
Cuando Sonia me envió su caracol, me quedé tan encantada de él, que no pude remediarlo, y mirar lo que pasó:

Aunque he de ser sincera, Lidia hizo uno y yo el otro, yo solo le pasé el pespunte a máquina. Ahora, estos caracolitos, van ha irse camino de Galicia, ya que mi cuñada ha venido con el enano a pasar unos días junto con unos amigos, y esto es para los crios. Así que menos mal que van en avión, si no imaginar a los pobres hasta llegar a Galicia.
Besotes a millones.